Don misógino.
-¡Sin comentarios! Un caballero no tiene memoria.
-¡Ahí por favor! Luego tu un caballero ya dime.
-No para que, solo te burlaras o como siempre me darás algún sermón, pero es la ultima vez que salgo con alguna mujer que me presenta tu esposa.
-Que ingrato, mi mujer y yo solo queremos que ya no andes de amargado y no andes ya tan solo, yo fui el que le dije a Mariana que te la presentara, pensé que te caería bien, pero dime ya que paso, no hago comentario alguno lo prometo.
-Pues todo iba bien la verdad, pero... no se, lo disfrute al principio, de verdad lo estaba disfrutando, fuimos a un café muy coqueto, la charla era estupenda además muy hermosa la mujer.
-¿Entonces que salió mal?
-Te digo la charla era buena, he incluso interesante, hubo química al principio. La cuestión es que íbamos a vernos unos días antes pero ya no se hiso, ella tenia el tiempo pero yo no tenia ganas, no estaba de humor, me pregunto que porque no le hable ese día para confirmar, trate de buscar el mejor pretexto y solo le dije –Pues como trabajas pensé que no podrías- ella muy coqueta y sonriente me dijo –Ahí nene nunca piense por una mujer-.
Me moleste por su comentario, en ese instante pensé –Nene mis polainas – que le pasa, como si fuera tan difícil pensar como ellas, la platica siguió pero yo solo tenia en la cabeza su comentario, ella hablaba y hablaba tan coqueta y sonriente, la verdad ya no le puse atención, solo pensaba como zafarme de ella, lo que hice fue fingir una llamada a mi celular, le dije que era importante el asunto y que me perdonara, pague la cuenta y salí. Eso no podía quedar así, me tenia que vengar del comentario, me quede muy cerca, afuera del café sentado a la vista de la puerta, cuando salió se asombro al verme afuera, le dije con cara de asombrado –Nunca pensé que siguieras adentro-, después le pare un taxi y se subió, hasta aurita no me a mandado algún mensaje.
-Con razón se enojo Mariana, en la noche cuando veía la televisión se acerco y me dijo –A que amiguitos los tuyos-, lo mas probable es que hablo con su amiga por teléfono, supongo que tiene razón al enojarse, lamento informarte que si sigues así algún día te quedaras solo, llegaras ha viejo y tendrás un perro bravo con el que ahuyentaras a tus vecinos, ya te veo corriendo a los niños de tu propiedad.
-¡Imbécil! Pero ya te dije que tú no podrás entrar a mi club de Tobi, pondré un letrero, “prohibido mujeres, prohibido hombres amaestrados” prefiero ser un misógino solitario a alguien como tú, Mariana es una dominatriz y tú se lo permites, tu mujer te ha entrenado bien, y tu no haces nada para cambiarla.
-¡Dominatriz! –Jajaja- ¡Esa si que esta buena! Pero no es mala Mariana no se porque eres así con ella, a pesar de todo ella te quiere como a un amigo, a pesar de tu manera de pensar y comportarte con las mujeres.
-Pues no, no es mala, pero a veces no la entiendo y te lo digo yo que trabaje mucho tiempo con ella, -¡Huy!- Como le gustaba gritar y ordenar a diestra y siniestra.
-Tal vez tengas razón, ahí veces que me desespera eso, pero que quieres la conocí así ni modo de quejarme ahora que llevamos seis años de casados, además soy feliz a su lado y eso lo compensa.
-Dices, además creo que exagere las cosas con su amiga, tan buena que estaba la platica entre los dos, tan rico el cafecito y la platica.
-¿De que platicaban?
-De cosas triviales, de sus perros y su ex marido, cosas sin importancia ¿No sabes que es el sarcasmo?
-Eres un… no me vas a decir de que platicaban, como te gusta hacerte el interesante, mira que la conozco bien, ella ni se ha casado y por cierto no tiene perros no le gustan, lo se yo porque un día fuimos a cenar a su departamento, y solo se quejaba del perro de su vecina.
-Pues platicamos de lo que piensa hacer con su vida, ya no esta a gusto en su trabajo no ve un futuro ahí, piensa poner una tienda de ropa, ella y una amiga se piensan asociar, me enseño algunos diseños muy buenos, es lo que empezó a interesarme de ella, alguien emprendedor y con metas, tiene buenas ideas pero tenia que salir con su –Ahí nene- lo arruino o lo arruine no se.
-Pues si es muy buena esta chica, pero siempre le tienes que poner pretextos a todo, eres un macho hecho y derecho.
-¡No! perdóname pero no, ahí mucha diferencia entre un macho y un misógino.
-Pues dime cual porque para mi es lo mismo, es la misma estúpida manera de actuar, pero a ver dime en que se diferencian según tu.
-Si señor con gusto se las digo, un macho no deja trabajar a su mujer por miedo a descubrir que ella es más capaz y eficiente, un misógino la deja trabajar para ver la cara de ella cuando descubre que no es cierto, un macho no da su asiento en el camión el no tiene educación, nosotros los misógino damos el asiento aunque haya mas lugares, pues sabemos que la mujer necesita un trato especial, como vez es obvio la diferencia para que seguirle.
-Que cínico y sinvergüenza eres, tienes bien estudiado todo tu argumento.
-¡Jajaja! Claro… A lo que tu llamas argumento yo le llamo credo, con los años le voy poniendo más sazón. Como el otro día, Jovita la portera del edificio me llevo el correo a mi departamento, la señora es muy amable, no se merecía mi chiste pero no podía dejarlo pasar, ese día empezó hablarme de religión, de la biblia y esas cosas, yo no tenia tiempo para escucharla, tal vez si hubiera sido otro día otra cosa hubiera sido, así que solo le dije –Sabe Jovita la biblia solo tiene un pequeño error, el hombre no fue el primero en hacerlo dios, fue la mujer, echando a perder se aprende, ¿No lo cree?-, mi vecina solo puso la cara seria, pero a la vez sorprendida no esperaba eso de mi y me dijo –Buenas tardes me tengo que ir a dejar mas cartas a los vecinos- y se fue, yo creo que maldiciéndome.
-Te pasas la señora es tan amable, no me extrañara el día que no me abra sabiendo que te iré a visitar. Para su mala suerte ella te tiene que aguantar todos los días.
-Esa es buena ensayo y error ¿No crees?, muy buena para ponerle más sazón a mi credo misógino. -Jajaja-
-Un día… un día te quedaras solo amigo, espero que no llegue nunca, pero somos pocos los que te aguantamos, los que te conocemos en realidad.
-Tal vez, pero si pasa se que yo me lo gane a pulso, de eso estoy seguro.
-Como Karla también que se llevaban y mira han pasado años de no dirigirse la palabra, y todo porque ese día en el cine.
-Karla era muy buena como amiga, nuestro error fue tratar de que pasara algo mas, pensé que con ella si funcionaria.
-¿Y porque la dejaste? Como fue que es lo que hiso o que paso.
-Ese día fuimos a ver una película, pero antes habíamos ido a un parque, hubo besos y el resto la verdad lo disfrutaba, Karla es muy bonita y agradable, lo ultimo que supe de ella que ya se caso, el chiste que en la platica ahí en el parque ella me dijo –Los viernes quiero que nos veamos en la tarde para que te enseñe japonés- yo solo reí y seguimos con los besos, cuando estábamos en el cine ya casi por entrar me volvió a decir lo de el japonés me di cuenta que era enserio fue, fue cuando todo estallo, me di cuenta que la dulce Karlita era una dominatriz, que ella me amaestraría algún día, la película tenia no mucho de haber comenzado cuando le dije –Oye Karla aurita vuelvo voy al baño me esperas- me salí del cine sin remordimientos de dejarla, pensé esta mujer me quiere amaestrar, primero será el idioma y después me escogerá mi ropa, si hubiera dado el brazo a torcer tan solo un poco para ella hubiera sido muy fácil, tal vez porque la pasaba muy bien.
-Y que tiene de malo eso, algún día tiene suceder, cambiar solo un poco para acoplarte a alguien. Me acuerdo que cuando éramos novios Mariana y yo ella alguna vez me dijo –No tienes que cambiar nada de ti, debes de ser como tu eres- Lo chistoso que tuve que cambiar, ser mas tolerante para aguantar su carácter.
-Eso es lo malo que Karla creo que no lo era, no era aquella persona, tu sabes porque y no necesito decírtelo para que recordar cosas malas, aunque pienso que tomar clases gratis de japonés hubiera sido perfecto para subir de puesto ahora en mi trabajo.
-Ahí veces que me encuentro a Karla la saludo, ella me pregunta por ti, dice que si sigues igual de loco, que si eres todavía igual divertido cuando te emborrachas, me da risa y le digo que tu nunca cambiaras.
-Fíjate lo que son las cosas, en el trabajo aunque yo no quiera tengo que relacionarme con las personas, si les gusto el servicio o tienen algún problema o duda, un día llego un cliente lo estaba atendiendo y la platica surgió, fue una platica aburrida en realidad, pero es un cliente importante así que me tenia que verme con interés, a veces solo contestaba con un SI o un No, en nuestra platica surgió el tema de la mujer, pensé –Por fin algo interesante de que hablar- Yo le dije que la mujer moderna ya no cree en el matrimonio, que tiene nuevas metas, nuevas ideas. El nunca negó no que fuera verdad o estuviera equivocado, solo dijo que si había cambiado, pero ahora ellas eran las que golpeaban al hombre, se habían vuelto una canija, dijo: –A la mujer se le ha dado mucho poder y ella no lo sabe utilizar-
La frase me puso a pensar algo, el tema de la mujer salió porque la esposa del cliente, no sabia administrar el dinero de el, incluso se lo robaba, pensé –Mujer canija y hombre dejado, mala combinación- yo no creo eso sea verdad, lo que dijo el cliente lo de el poder y la mujer, ellas se han esforzado mucho como para que uno diga o piense eso. Es mas me gusta la competencia contra ellas, competir hasta ganarles, como disfruto las palabras -Ayúdame por favor- o cuando ya están más desesperadas -Como le hago aquí- Mi ego llega a su punto máximo.
-Estas mal, como puedes disfrutar de algo así
-¡Si enserio! Eso es cierto, mira la verdad yo he aprendido mas de las mujeres en mi vida, me han tocado mujeres muy profesionales, muy competitivas a las cuales he llegado a admirar y con las que he tenido que competir, como Jovita mi portera, ella sola esta al pendiente del edificio, sabe nuestras necesidades y nunca nos ha quedado mal, ella sola saco a sus hijos adelante, mujer admirable. No se llámalo ego o como tu lo quieras llamar, pero yo no voy a dejar que una mujer me gane.
-¿Alguna vez te toco una?
-¿Una que?
-Una mujer, alguien en el trabajo que te bajara tu maldito ego, alguien con la que no pudiste.
-Si, se llama Fernanda es una amiga de la infancia, la conocí como por cuarto año de primaria, en esas épocas de la vida donde lo único que importa en realidad es jugar en el recreo y hacer la tarea para poder salir, casi no nos vemos, es abogada nos vemos una o dos veces al año son de esas amistades que conserves para toda la vida. Lo que me gusta de Fernanda que la mayoría de sus casos son de gente pobre o mujeres maltratadas. A mi se me sube el ego cuando mis compañeras de trabajo me dan las gracias, pero ella se llena de felicidad cuando gana un caso y las personas a las que ayuda se lo agradecen, es su catarsis personal, el fruto de sus esfuerzos por terminar su carrera.
Estoy casi seguro que la manera de ser y de pensar de mi amiga se lo debe a su madre, Denise se llama la señora es nutrióloga, algún día te la presentare cuando tengas hijos. Cuando conocí a Fernanda su madre trabajaba en una dependencia de gobierno de esas que ayudan a las personas de escasos recursos, algunas veces me toco ver como atendía a señoras con sus hijos en su casa, su mama siempre llevaba su trabajo a su casa pero nunca descuido a Fernanda ni a su esposo, una maestra de psicología en la carrera una vez nos dijo que aun macho lo hace la madre, a Fernanda con el ejemplo de su madre la hizo una mujer muy profesional y con los pies en la tierra.
-Y tu que escusa tienes tu mama es muy buena y nunca vi que te enseñara a dejar plantada a una mujer o de.
-Ya te dije yo no soy un macho, pero creo que se debe a que soy la antítesis de Edipo.
-Bueno y como te gano tu amiga, tú nunca estudiaste leyes y no creo que hayan estado juntos hasta la preparatoria.
-En realidad si estuvimos juntos hasta la prepa, pero fue en la primaria cuando me dejo traumado, en sexto año nos dejaron aprendernos las capitales, a mi me costo mucho trabajo aprendérmelas y a ella no fue facilísimo, incluso un día me dijo –Vamos a la casa allá te ayudo a estudiarlas- mientras yo sufría con las capitales de américa a ella la había exentado el maestro por ya sabérselas todas.
-Mira nada mas para tus pulgas, que te allá enseñado una mujer.
-Cállate, mira que cuando salimos a tomar el café, ahí veces que me acuerdo de ese día y me dan ganas de ahorcarla, nunca se lo he dicho le daría risa yo creo, he llegado a pensar ni nota mi problema con las mujeres, Fernanda es con las pocas mujeres puedo platicar a gusto, muy buena amiga.
-Pues si te conozco muy pocas amigas, tal vez ese sea el problema que no las sabes escuchar.
-Tal vez, pero que quieres así soy busco el pretexto para huirles, aumento con lupa sus defectos, pero que nadie es perfecto.
-Me da pena tu caso amigo, tu soledad, tu mal humor, si vieras como disfruto estar con Marina en mi sala y en vez de eso estoy aquí para acompañarte un rato.
-La verdad es que a ellas les da tiempo de todo, estudian y trabajan además sobre salen en todo lo que hagan, para acabarla les da tiempo de arreglarse y verse bonita para enamorarnos.
-Todavía la sigues recordándola verdad, puedes decir cualquier pretexto y escusa, a ti te marco ella, puedes volverte ateo, protestante, macho o misógino pero aun la extrañas.
-Tal vez, a ti no te puedo mentir, pero no venimos a hablar de mujeres, venimos a relajarnos -¡Hombre es viernes la noche que no importa que pase!- Bebamos una buena cerveza y dejemos esos temas para otro día.
Escrito por: Victor Beltrán.